20.10.10

Anoche encontré tu rostro en la luna.
¡Qué pálido! y desconocido...

La niebla se apoderó de la oscuridad
y yo quedé con un sentimiento dormido.

Se fue aclarando el cielo
pero tú ya habías desaparecido.

Y yo me quedé parada en el día
con el corazón entero
pero descosido.

1 comentario:

Candela dijo...

"con el corazón entero
pero descosido"

bueníiiiisimo!