Anoche encontré tu rostro en la luna.
¡Qué pálido! y desconocido...
La niebla se apoderó de la oscuridad
y yo quedé con un sentimiento dormido.
Se fue aclarando el cielo
pero tú ya habías desaparecido.
Y yo me quedé parada en el día
con el corazón entero
pero descosido.
1 comentario:
"con el corazón entero
pero descosido"
bueníiiiisimo!
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