23.3.12

Ante una falta de respuestas precisas me pregunto si es que no tienen las respuestas o, peor, que soy yo quien no formula bien las preguntas.

19.3.12

Volver

Volvería a tantos momentos. A veces desearía que cada canción me llevase a aquellos instantes que guarda en sus 3-4 minutos. Que cada segundo fuese un revivir de todo, un volver a aprender todo lo que me enseñaron, no un simple recordar de aquella experiencia. Que las letras se animasen en un sueño fugaz, un viaje en el tiempo a ese último año de High School, ese año que lo contuvo todo y que abrió las puertas a tanto más.

Pasan los segundos, los minutos, las horas. Pasan los días, los meses, los años. El tiempo. Y adoro todo lo que guardan. Lo venero. Es mi religión. Es mi ser. Mi ayer, mi hoy y mi mañana.

Me habré enamorado del tiempo. Me habré enamorado de todas las personas que en él lo abarcan todo, de los que se esforzaron por enseñarme, de los amaneceres que ya me dicen menos que los atardeceres, de los paseos que se escaparon con cada paso. Me habré enamorado de los colores y de las sombras que designan en silencio lo que a la retina parece ser un algo. Me habré enamorado de la rutina y de la rebeldía contra ella, de la contradicción y del conformismo, del cambio y de la estabilidad... No. Me he enamorado de la vida. Hace tiempo y por mucho tiempo.

5.3.12

Será que ya no hay blanco sobre un fondo gris.
Será que ya no escribe aquella niña que un día descubrió el poder de las palabras.
Será que se está escondiendo de unas cuantas cosas.
Será que teme las consecuencias.
Será que con estas palabras empiezan los versos que escribe en esa libreta para que nadie los lea.

8.1.12

F***

Universidades que desmotivan. Exámenes que se quedan en un 5. Horas de estudio que parecen inútiles. Profesores que se dedican a hacerte perder el tiempo. Compañeros que no ponen de su parte en los trabajos. Dejar vicios. Perder en el juego. Perder en el amor.

¿Vaso medio lleno? I don't think so.

13.12.11

Hay días grises. A pesar del sol y de las sonrisas. A pesar del atardecer más bello de diciembre. A pesar de las palabras que se puedan llegar a pronunciar.

13.11.11

Porque hay momentos y hay minutos. Porque hay silencios y hay ruido. Porque hay palabras y existe la voz. Porque la valentía requiere mucho pero ofrece más. Porque acompaña la contradicción en las mañanas y no abandona con el transcurso de las horas. Porque las noches se hacen largas cuando no compartes una almohada. Porque cada minuto es más intenso. Porque los días se hacen cortos pero los segundos son eternos. Porque el olvido se olvida de olvidar. Porque la luna no descansa y siempre muestra una sonrisa. Porque cuando la luz se asoma, las estrellas brillan con más fuerza. Porque hay personas a las que adivinamos. Porque hay personas que nos adivinan. Porque las calles son un laberinto en el que se respira libertad aún estando atrapado. Porque la vida se podría resumir en una novela, en un poema o en una letra. Porque se puede atrapar cada instante en una diapositiva imaginaria. Porque llevamos tatuado en la piel cada segundo de las horas que valieron la pena.

1.11.11

El Reino del Egoísmo

Existe un lugar abstracto conocido como el Reino del Egoísmo. ¿Quién no lo ha visitado alguna vez? Es un lugar cómodo; fácil... Hay personas que una vez lo conocen, se quedan a vivir allí permanentemente. Hay otros que lo rehuyen porque les alcanza la soledad y les asfixia lentamente.

Y, ¿quién habita en el Reino del Egoísmo? Se les denomina 'egoístas'. Son una clase de personas que viven para sí mismos (que no por sí mismos). Algunos tienen en sus manos el poder de la manipulación: ese talento de persuasión que permite convencer a cualquiera de cualquier cosa. Otros simplemente tienen a rehenes que trabajan para ellos bajo una amenaza que puede ser explícita o implícita. Esos 'egoístas' tendrían en sus manos el poder del temor. Otros tienen el talento del arte de seducción. La cuestión es que los 'egoístas' tienen herramientas de todo tipo que les permite conseguir aquello que se adapta mejor a sus necesidades.

Pero, entonces, ¿qué le falta al egoísta? Al egoísta no le falta nada, simplemente se le va agotando el amor.