Existe un lugar abstracto conocido como el Reino del Egoísmo. ¿Quién no lo ha visitado alguna vez? Es un lugar cómodo; fácil... Hay personas que una vez lo conocen, se quedan a vivir allí permanentemente. Hay otros que lo rehuyen porque les alcanza la soledad y les asfixia lentamente.
Y, ¿quién habita en el Reino del Egoísmo? Se les denomina 'egoístas'. Son una clase de personas que viven para sí mismos (que no por sí mismos). Algunos tienen en sus manos el poder de la manipulación: ese talento de persuasión que permite convencer a cualquiera de cualquier cosa. Otros simplemente tienen a rehenes que trabajan para ellos bajo una amenaza que puede ser explícita o implícita. Esos 'egoístas' tendrían en sus manos el poder del temor. Otros tienen el talento del arte de seducción. La cuestión es que los 'egoístas' tienen herramientas de todo tipo que les permite conseguir aquello que se adapta mejor a sus necesidades.
Pero, entonces, ¿qué le falta al egoísta? Al egoísta no le falta nada, simplemente se le va agotando el amor.
1 comentario:
Eso último que dices quizá sea el último punto de todo en realidad. Lo del egoísmo es solo la consecuencia de la causa.
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