Curiosa la nostalgia que te invade una tarde sin más y sin pedir permiso. Llenas una copa de vino para dejarte llevar por ella y te recuerda una cosa: letras.
Letras que echas de menos escribir. Letras que han desaparecido. Letras ausentes a falta de inspiración. Inspiración que se centra sólo en amar.
Amar. Amar a cada instante y con tal intensidad que a veces rasga la piel. Amar con tanta fuerza que a veces hasta quedas débil. Pero siempre amar. Siempre sentir. Porque vale más sentir con pasión aunque a veces te desgarre, que no sentir en absoluto.
Amar y querer. Siempre de la mano. Amar y querer desnudarse. De corazón, de cuerpo. Quitarse todo lo que cubre piel y sentimientos. Desnudarse sin más y sin pedir permiso como hace la nostalgia cuando posa frente a mí. Desnudarme frente a ti mientras me miras desnuda. Quererte. Amar. Siempre sentir.
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