"¿Has escuchado el sonido que hace el carboncillo sobre el papel?¿Qué? Ya verás. Escucha. Es el sonido de siempre. Sí, pero... ¿Lo has escuchado de forma consciente? ¿Te has concentrado en él? No te entiendo. Cierra los ojos. ¿Por qué? Tú cierra los ojos. Ahora quiero que te olvides de todo lo demás. Olvídate incluso de ti misma. Sólo existe el carboncillo. Imagina cómo son las líneas que estoy dibujando. Debes saberlo por el sonido.
¿Qué sientes? Tu corazón. Pues ahora escúchalo a través de la mano. Eso es imposible. ¿Crees que una persona sorda no puede escuchar la música? No, no creo. Pues sí que puede. No con esto (oído), sino con esto (mano), con esto (caricia), con todo su cuerpo. No necesita escuchar las notas para poder apreciarlas. Simplemente las siente. ¿Sientes ahora mi corazón? Sí. Cierra los ojos.
¿Cómo son las líneas? Delgadas. Y sinuosas. Son como espirales. ¿Qué más puedes oír? Un reloj. ¿Qué más? Pasos. ¿Cuántas personas? Dos. No, tres personas. Están riendo. Son tres chicas. Se alejan por el pasillo. Música. No sé de dónde viene pero se oye música. Es un piano. Toca para mí.
El carboncillo... y tu... respiración."
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