22.1.11

Cuando nos bailaban los pantalones. Cuando aún no se hallaban curvas bajo una camiseta. Cuando nos adornábamos el brazo con pulseras de la amistad y cada nudo escondía un deseo. Cuando las palabras aún eran diamantes en bruto. Cuando los secretos se escapaban. Cuando las calles eran infinitas y cada rincón estaba aún por descubrir. Cuando la ciudad no estaba a nuestros pies sino por encima de nosotras. Cuando los viernes por la tarde tenían sabor a libertad y las largas noches no existían todavía. Cuando las estrellas garantizaban el futuro y las luces eran el presente. Cuando un cigarro sabía a rebeldía y no a vicio. Cuando la inocencia nos nublaba la vista y nos privaba del placer. Cuando no éramos nadie pero empezábamos a vivir.

2 comentarios:

tylerdurden dijo...

insinúas que la ciudad ahora está a vuestros pies?

no, no es posible que me pidan un nombre! dijo...

extraño que seas capaz de describir lo que parecia indescriptible, pero sin embargo lo leo y me siento como me senti aproximadamente en noveno