2.11.10

Oscurece antes y las calles de la ciudad parecen un laberinto. Toca perderse
- pero te encuentro.
La oscuridad pasa a tener encanto. Es nuestra cómplice. Esconde los besos que te doy en secreto. Es más nuestra que de los demás. Pero yo te quiero a pleno día y te me escapas. Te escapas sin previo aviso y voy detrás de ti, pero algo me sujeta aquí, fuerte, en la muñeca. ¡Arg! No me deja ir... Y ya te has ido.

Me quedo parada, rodeada de otra gente y no respondo.
Al reaccionar me doy cuenta de una cosa: tengo miedo a perderte.