En la noche a escondidas,
se despierta en ti una sinfonía.
En la desesperación del paso de las horas
tú llenas el aire de esperanza.
Con tu grito de guerra
inspiras valentía.
Con tu grito de guerra
me incitas a que siga.
En el silencio de una batalla perdida,
tú vueves a ser sinfonía.
Despiertas musicalidad
con el crujir de tu barriga.
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